sábado, 18 de julio de 2009

Ambivalente

Debería estar feliz, saltando en una pata, sonriéndole al mundo por tener tantas cosas bellas a mi alrededor. Debería estar pensando en prepararme para salir, disfrutar la noche, escuchar buena música. Debería estar ordenando esta casa antes de que el desorden salga por la puerta. Pero no puedo. Siento un frío rodeando mis manos y pies, y un sueño que no me deja abrir los ojos; una especie de pesadez en el alma que impide esbozar una sonrisa, sardónica aunque sea.

¿Echo de menos a alguien?, ¿Qué es lo que extraño? ¿Por qué no hay manera de retomar el camino?
Intento dejarme abatir, mientras mi razón me lo prohíbe. Intento pasar desapercibida, mientras mi ego hace que grite lo que siento. Intento ser nadie, mientras busco desesperadamente poder definirme.

Ambivalencia.

Así que mientras tengo ganas de dormir, desaparecer y no hacer nada aparte de respirar, ordenaré la casa, me maquillaré, buscaré mis zapatos y saldré. Seguro que el humo de cigarro y el gentío harán que me olvide un rato de mí misma.