Habías vuelto,
después de muchos años.
Anoche te vi a mi lado
¡y eras tan feliz!,
Anoche soñé contigo
y mi corazón saltó de felicidad.
Desperté con la ilusión en las manos...
y los ojos cegados por el dolor.
Anoche soñé contigo,
entrelazados en un abrazo,
un simple abrazo,
y el calor de tu pecho y de tus manos
sosteniéndome, protegiéndome,
aceptándome.
Esta noche
esta noche soñaré en vano.