miércoles, 23 de septiembre de 2009

La MEMORIA de mi país

Me han pedido que escriba un cuento histórico que narre el 11 de septiembre del 73 en la Usach: Cómo fue que entraron los militares y tomaron el mando de la Universidad Técnica del Estado, que era así como se llamaba en ese tiempo. Me han dicho que escriba desde el punto de vista de los militares. Fue entonces cuando algo comenzó a molestarme muy muy adentro.
Mi familia es más del lado derecho que del izquierdo, y debo confesar que desde chica me han enseñado que el "gobierno" militar hizo muchas cosas buenas por este país. Que si la gente se queja ahora es porque no se ha actualizado. Que la salud, que las pensiones, que la educación. LLevan 20 años echándole la culpa a un muerto que está remuerto y no son capaces de actualizar el pensamiento.
Aún así tengo una hermana que, como nunca vivió con mi padre, fue detenida por sus tendencias rojas. La pasó mal, sufrió. Odió todo lo que tuviera que ver con las fuerzas armadas porque le quitaron la posibilidad de proyectarse académicamente en ese tiempo, por tener que esconderse de unos enfermos nacionalistas y qué se yo cuánta cosa más dirá ella. En general no me cuenta mucho, pero se nota que para ella, así como para la mitad de este país, el "regimen" militar, fue la cagada más grande de sus vidas.

¿Y yo? Yo soy del lado de la negación, de los que no quieren saber nada con el pasado, con la memoria, los derechos del hombre - y nunca nombran a la mujer-, con los detenidos desaparecidos, con el hambre que había en la UP, con la persecusión a los momios y cuánta huevada más se les ocurra nombrar. Y no es que me eche al bolsillo a toda esa gente que pagó el pato, ni esa gente que la pasó mal antes del golpe; es que me colapsa el tener que pensar en algo que no hace más que dividir y sacar roncha.

Me enfermé. Intenté escribir. Me informé al respecto. Y entre más leía, más se me descomponía el estómago... No sé cómo voy a hacer para entregar este trabajo el jueves. De seguro mañana me quedaré hasta la madrugada, intentando meter algun ser fantástico en la historia para no sangrar mientras la tipeo, tal vez le ponga que hasta ahora hay un tesoro escondido, que hay calabozos ocultos con huesos de principio de siglo y vestigios de todas las guerras y trifulcas que ha protagonizado mi querida Universidad.