lunes, 23 de julio de 2012

Flor

¿Por qué está aquí? Fue lo primero que pensé al cruzar la calle. Iba a seguir, pero dije no, esto hay que documentarlo. Y es que se me vino un montón de preguntas a la cabeza. Andaba especialmente melancólica ese día y terminé proyectando mis pensamientos e impotencias en la rosa de metal.
¿A quién se le ocurrió ponerla ahí? A lo mejor este lugar era diferente cuando la instalaron. ¿Habrá tenido algo especial esta esquina cuando la escultura fue colocada? ¿Por qué nadie la cuida? Es un lugar bastante feo, en verdad. Una esquina cualquiera, descuidada.

Después pensé en la imposibilidad de sacarla y llevármela a un lugar que lo mereciera. Un espacio donde pudiera ser admirada y cuidada ¡Era una rosa!
Pero estaba cimentada, y para sólo una persona, sin herramientas, sería imposible hacerlo. Antes me llevan presa que lograr siquiera arrancarla de ese lugar.

Como no puedo responder ninguna de las preguntas, ni puedo cambiarla a un espacio mejor, sólo me queda mostrarla aquí, para que la gente la vea.

Ahora que a alguien le importa, esa flor vuelve a ser especial, como cuando la forjaron y la colocaron. Como siempre debió ser.

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